Los bancos cuentan con diversas maneras de ganar dinero y una de las más habituales son las comisiones que existen en los productos financieros que ofrecen al público. El problema es que el cobro de comisiones provoca un gran descontento en muchos clientes, consiguiendo así que se compare el mismo producto pero de diversas compañías y que en muchos casos termine encontrando algo mejor.
En concreto, vamos a hablar de las comisiones más comunes que existen en la actualidad para los depósitos. Empezaremos por las comisiones de mantenimiento, que en muchos casos oscilan entre los 26 y los 45 euros anuales de media. Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los bancos y cajas ofrecen ciertas opciones para ahorrarnos ese dinero como puede ser la domiciliación de nuestra nómina o pensión, planes de pensiones, domiciliación de recibos, etc.
Las comisiones por descubierto en la cuenta son una de las más discutidas. Por un lado tenemos que aclarar que cuando tenemos un descubierto los bancos tardan unos días en cobrarnos una penalización en forma de intereses, aproximadamente del 10% TAE. Pero por otra parte está la citada comisión, cuyo coste es de unos 35 euros por posición deudora. Hay que aclarar que esta es una práctica habitual en los bancos, sin embargo para que sea legal su cobro tiene que darse la circunstancia de que se comunique fehacientemente, es decir, por burofax o carta certificada.
Las comisiones por transferencia son otras de las habituales, puesto que la gran mayoría de los clientes en algún momento determinado las usan para transferir dinero a otras cuentas propias o de terceros. El importe variará dependiendo de la entidad, en algunos casos será gratuito y en otros el 0,6% con importe mínimo de 8 euros. Las comisiones por mantenimiento de tarjetas también son importantes a la hora de contratar este producto. Habitualmente el primer año no nos cobran comisiones de ningún tipo, de esta manera atraen a más clientes, es por ello que hay que fijarse en las condiciones de la misma.
